domingo, 14 de octubre de 2007

Comunicado de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias

Tras varios años de aparente inactividad, la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL) vemos la necesidad de hacer un análisis público sobre el transcurrir de nuestra teoría y práctica.Varios han sido los motivos de nuestra invisibilidad en este tiempo.
El primero y fundamental ha sido el efecto que la represión ha tenido sobre nosotros, tanto colectiva como individualmente. No hemos sido capaces de hacer frente a la importante oleada represiva que ha sacudido a nuestro movimiento en esta última época, habiéndose visto frustrados nuestros proyectos y minando nuestra moral. Pero ahí hemos estado, con más pena que gloria, aprendiendo a raíz de estas situaciones de verdadero conflicto, de lucha abierta y cara a cara contra el Estado. Somos conscientes que hemos perdido esta batalla, pero de la derrota sacamos nuestras referencias que nos hacen madurar tanto política como personalmente.El segundo motivo principal de nuestro inadvertimiento, es la continua discusión y maduración en el debate sobre las siglas. Hace ya varios años que en nuestro seno surgió el planteamiento sobre la necesidad de tener unas siglas o, más bien, de usarlas. Así pues, si en un principio las posturas se centraron en torno a siglas sí (las mismas u otras), siglas no, sin encontrar realmente una respuesta que equilibrara los pros y los contras de ambas partes y optando por la práctica “consensuada” de finiquitarlas, la solución final a esta disyuntiva se encuentra cambiando el planteamiento tras otra óptica: de cara al interior del movimiento anarquista (o político en general si se prefiere) mantenemos una referencia o identidad colectiva que nos permita opinar y posicionarnos de forma conjunta como colectivo unido por lazos de afinidad; de cara al exterior del mismo, conservarlas sería continuar con el auto-referencialismo organizacional del que tanto hemos mamado y cuyas intenciones dirigistas nos parecen tan claras. Esta postura es la que nos ha llevado a no firmar unas ideas con 4 letras, ya que somos conscientes de que dichas ideas pueden ser asumidas por el resto del movimiento, pertenezcan o no a la Federación. Tenemos claro que la lucha diaria la llevan las personas en la calle, y no las organizaciones, siendo nuestro objetivo, a la hora de lanzar consignas o reivindicaciones, formar parte de dicha lucha, y no el reconocimiento, el aplauso y la demagogia.A día de hoy seguimos firmes en nuestras convicciones. Hemos tenido que asumir que los tiempos y nuestras circunstancias personales y colectivas han cambiado. Pese a todo, continuamos creyendo en la necesidad de forjar un proyecto vital de lucha que abarque todos los frentes y cuyo pilar básico sea una afinidad que se construye en torno a la acción y el debate.La FIJL, así, pretendemos que se vuelva a convertir en una organización completa, con sentido en sí misma, ya que no somos las juventudes de nadie, ni participamos de las estructuras clásicas de sindicato-partido-juventudes. Si mantenemos esas siglas y no otras, no es por significado de cada palabra que, por separado, poco nos dicen, sino por el contenido y su evolución que tiene y ha sabido crear la Federación, sobre todo en el transcurrir de esta última década.Para concluir, esperamos que, con el esfuerzo de todos los que conforman la amplia realidad del movimiento anarquista, seamos capaces de superar el bache que nos han y nos hemos puesto. Es hora de salir de esa espiral que no hace más que arrastrarnos más y más hondo. Es hora de creer en nuestras posibilidades y empezar a actuar con autonomía y determinación.

Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL)Agosto de 2007

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